EFECTOS
TERAPÉUTICOS DEL TAICHI, CHIKUNG Y DE LA MEDITACIÓN
Nuestra maquinaria humana necesita del
movimiento. Sólo a través del movimiento podemos potenciar la vida
y mejorar la salud.
1º El taichí educa nuestro cuerpo
para que este se mueva de forma armónica.
2º Es una meditación en movimiento.
3º Entre sus principios se encuentra
el de trabajar siempre a favor del cuerpo, sin forzarlo y con el
único fin de mejorar todos sus sistemas.
4º Desarrolla la atención en la
escucha de las sensaciones corporales, observando de esta forma lo
que nos dice nuestro cuerpo en el instante de realizar la práctica.
De esta manera podemos establecer los cambios y las correcciones
necesarias para producir efectos positivos en nuestro organismo.
5º La práctica del taichí y del
chikung tonifica y fortalece nuestros tejidos corporales al tiempo
que los estira y flexibiliza.
6º Corrige defectos posturales,
previniendo contra dolores crónicos de la columna y las otras
articulaciones. Alinea la estructura fomentando el hábito por
mantener la columna recta y relajada.
7º Activa los aparatos y sistemas del
cuerpo, tanto los externos (locomotor) como los internos
(circulatorio, nervioso, digestivo, respiratorio, etc.). Aumenta la
circulación linfática y sanguínea.
8º Activa el metabolismo celular,
favoreciendo los intercambios con las células, absorbiendo
nutrientes y eliminando residuos.
9º Estimula el bombeo del líquido
cefalorraquídeo que recorre el sistema nervioso central por el
interior de la columna y la bóveda craneana.
10º Los estiramientos sobre músculos
y tejidos conjuntivos, evitan sobrecargas, adherencias y contracturas
descargando tensiones.
11º Proporciona un masaje que activa
todo el organismo, conduciéndolo a un estado óptimo de equilibrio
corporal.
12º El desarrollo de sus técnicas
fomenta un cuidado por la vida que genera longevidad en las personas
que siguen sus principios con constancia.
A nivel energético:
1º Potencia la energía interna
combatiendo el desánimo, la pereza y los estados depresivos.
Estimula la voluntad, las ganas de vivir, la alegría y la
espontaneidad.
A nivel emocional:
1º El movimiento transforma las
energías emocionales densas (como enfados y todo tipo de
experiencias negativas), produciendo al eliminarlas, un efecto de
alivio y ligereza en nuestra sensación interior.
A nivel mental:
1º El movimiento lento, armonioso y
coordinado seguido de una respiración lenta y profunda, nos
proporciona:
- Calma mental.
- Disminuye la ansiedad.
- Elimina el estrés acumulado.
- Descarga la tensión.
- Potencia la concentración evitando la dispersión mental.
- Al ser un ejercicio que combina el movimiento de ambos brazos y piernas, mejora la coordinación de la motricidad, lo que incide en la comunicación de los dos hemisferios cerebrales que amplían sus conexiones. Esto ayuda a ejercitar el cerebro manteniendo agudizadas sus funciones.
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